sábado, 12 de junio de 2010

VIVIENDO EL CAOS

En febrero realicé un "experimento" al trabajar con Jesús. Hice lo que había leído en muchos blogs, imitar las acciones de mi hijo. Comencé a hacer todo lo que hacía y/o decía. Desde mi perspectiva "racional" fue una experiencia desagradable en cuanto que viví un auténtico caos, una anarquía absoluta, nada tenía sentido. Yo que soy más bien un maniático del orden y la practicidad tuve que tomar la medicina más contraria a mi modo de ser. Así que decidí "desprenderme" de mis tabúes, digamos que dejé mi mente en blanco, y en vez de "experimentar" me puse a jugar simplemente al "juego de la anarquía" de Jesús: no sabeis lo bien que me lo pasé. No paramos de reirnos y ciertamente, los dos estábamos disfrutando. Y lo mejor estaba por llegar: cuando ya llevábamos un rato jugando decidí "tomar las riendas"; me paré y le señalé una foto de él que hay colgada en la pared. Ante mi sorpresa se paró, la miró, la señaló y dijo "JESÚS". Os podeis imaginar como me sentí...

De todos modos uno no puede para de preguntarse que pasará por su cabecita, como verá él el mundo, como nos verá a sus papis y sus hermanas, etc. Nosotros tenemos la percepción de que Jesús es un niño no feliz, sino MUY FELIZ. sempre está sonriendo, le encanta que lo abracen y le hagan cosquillas, se alegra muchísimo cuando nos ve llegar a casa, a la guarde y a los centros de estimulación entra sonriendo, se va con sus seños encantado, etc. Y quizás eso debe ser lo más importante para todos, que JESÚS SEA FELIZ.

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